Los problemas de audición son muy comunes entre la población, una de cada tres personas mayores de 65 años sufre de ellos y una de cada de cada 8 en menores de 65 años.
Las estadísticas son alarmantes, porque debido a los nuevos hábitos adquiridos, los problemas de audición están aumentando de forma preocupante, sobretodo por la población más joven de usar auriculares con las nuevas tecnologías (móvil, tablets, ordenadores…) a unos decibelios mucho más alto de lo recomendado y que vivimos en ambientes muy ruidosos, hará que cada vez haya más personas que padezcan de estos problemas.
Pero a pesar de que son problemas muy comunes, nos encontramos que hay una gran parte de la población que no se para a pensar ni se conciencia de que sufren de problemas auditivos y lo peor de todo, que no se plantean en solucionarlos.
Por suerte, hoy en día, estos problemas tiene una fácil solución sin embargo, aunque cada vez hay más personas que se animan a solucionarlo, nos encontramos que hay muchísimas personas que se conforman con no “entender del todo” cuando les hablan. Si, digo entender del todo, porque las personas con problemas auditivos nos son sordas, ellos oyen, pero les cuesta entender, discriminar todas las palabras, cuando les hablan.
Un gran número no se animan a solucionarlo tal vez por desconocimiento de que hoy en día es posible y sencillo. Otros porque creen que es normal cuando se llega a una edad el tener problemas auditivos, y aunque es un proceso muchas veces fisiológico el ir perdiendo audición al ir cumpliendo años, al igual que nos van saliendo canas, algunas arruguillas, vamos perdiendo la vista de cerca… No todas las personas a partir de una edad tienen dificultades con la audición, y lo correcto y lo que debería ser normal es que si somos del grupo de personas que hemos perdido audición queramos recuperarla y oír y entender correctamente a los de nuestro alrededor. No hay que conformarse, tiene solución.
Otra de las causas por la que la gente no se anima a solucionarlo es porque está asociado a que son las personas mayores las que lo sufren. Y eso no es así, hay muchísima gente joven que lo padece. Pero tenemos esa creencia y a nadie nos gusta hacernos mayores, luego tendemos a no aceptar que el problema existe.
Nos encontramos también que mucha gente piensa: “todavía no estoy tan sordo, puedo esperar”. Y eso es un error. Como en todo lo que tiene que ver con la salud, el factor tiempo, es importantísimo e importa para el éxito de la recuperación, y para poder ofrecer una solución a tus problemas de audición cuánto antes empieces a tratarlo mucho mejor.
Otros no reconocen el problema, pues si lo reconocen, para ellos es reconocer que están sordos. Y eso no es así, las personas que padecen problemas auditivos, hipoacusia, no son sordas, al igual que una personas que lleve gafas no es ciega, sólo que tiene pérdidas en todas o en algunas frecuencias y tienen dificultades en entender algunos fonemas más que otros, de ahí que ellos digan: “si yo oír oigo, lo que pasa es que no entiendo bien todas las palabras cuando me hablan”.
Hemos enumerado varias causas por lo que a las personas que padecen problemas de audición son reacios a aceptar y reconocer que los tienen, pero aunque ellos intenten disimularlo, los problemas auditivos no son invisibles y los de alrededor nuestra se dan cuentan.
En un mundo en el que prima la rapidez, inmediatez, no queremos esperar por nada del mundo… cuando tratamos con alguien que nos damos cuenta que no oye correctamente y que a menudo nos dice que repitamos las cosas, por muy triste que parezca, dejamos poco a poco de comunicarnos con ella. A nadie le gusta repetir lo que habla, y si la comunicación con una persona, ya sea nuestro, padre, madre, abuel@ vecin@, amig@, compañer@ de trabajo…se nos hace trabajosa y dificultosa, nos vamos retirando y dejando de participar con ella.
Debido a esto y que para la persona que lo padece también siente pudor y vergüenza el pedir que le repitan las cosas, hará que la persona se vaya introduciendo en un aislamiento social poco a poco que acabará afectando a su estado emocional, cambios de humor, irritabilidad, mal genio, ansiedad, depresión, deterioro en el sistema cognitivo, pérdidas de memoria. Enfermedades como el Alzheimer, la demencia senil y el Parkinson evolucionan ´más rápidamente en personas que no oyen bien que en normoyentes.
Es importante tomar conciencia y solucionarlo lo antes posible. Nos cuidamos para llegar a tener una larga esperanza de vida, envejecer sin arrugas, sin canas, tener un aspecto joven, nos cuidamos la alimentación, queremos una sonrisa de anuncio y sin embargo muchas veces no reparamos que para tener una buena calidad de vida y bienestar… la audición es clave.
Además en un mundo tan competitivo como en el que vivimos, el no oír bien… es una desventaja.
Audióloga protésica.
