El verano es quizás le época del año en la que mas debemos cuidar nuestros oídos. Los cambios de presión y temperatura, así como las infecciones, son los principales peligros para nuestro sistema auditivo.
Hay una serie de situaciones en las que el oído es más proclive a sufrir daños:
- Los baños en la piscina o en el mar, especialmente en el primer, ya que el agua tiene gran cantidad de productos químicos para su tratamiento.
- Viajar en avión o tren conlleva cambios de presión, en los que el oído es el principal perjudicado.
- El calor, el agua y la humedad provocan que el cerumen se acumule más fácilmente y cree tapones en nuestro oído.
- Además, el aire acondicionado puede provocar otitis media.
Algunos consejos para evitar estas situaciones pueden ser mantener la higiene auditiva todo el año, secar bien los oídos, masticar chicle o bostezar durante los cambios bruscos de presión o no zambullirse de golpe
¡Cuida tus oídos!