Hoy vamos a hablar de en qué consiste un examen auditivo. Qué pruebas son las que hay que hacer al paciente para poder evaluar su salud auditiva y así poder diagnosticar el grado y tipo de pérdida del paciente en el caso de que la haya.
En ocasiones nuestro sistema auditivo es incapaz de captar ciertos estímulos sonoros. Cuando esto ocurre estamos ante un caso de pérdida auditiva. Es por eso que un buen examen auditivo nos sacará de dudas y podremos orientar y asesorar al paciente qué sería lo más conveniente en su caso.
Siempre que la persona sospeche que no oye tan bien como antes y las mayores de 55 años, es conveniente hacer un examen auditivo.
Si quieres saber como puedes sospechar que puedes tener un problema auditivo puedes pinchar aquí donde explico como puedes intuir que los tienes y así sabrás si es conveniente ir a hacerte un examen auditivo.
Vamos a ver en qué consiste un buen examen auditivo:
Empezaremos con una buena anamnesis. El profesional recavará toda la información relevante del paciente sobre su problema auditivo.
Una batería de preguntas que le hará el audiólogo para así tener toda la información sobre su salud auditiva. También hará preguntas sobre el estilo de vida del paciente, con el fin de conocer su necesidades.
A continuación haremos una otoscopia, que sirve para examinar la parte más externa del oído. Desde la oreja hasta el tímpano. En ella de detectan entre otras cosas, infecciones, perforaciones timpánicas… y tapones de cera, que nos estén interfiriendo en la audición. Pues cuando existen tapones de cera, el paciente oye peor.
Entre las estructuras que participan en la transmisión del sonido encontramos a nivel del oído medio la membrana timpánica, la trompa de Eustaquio y la cadena osicular: martillo, estribo y yunque.
En un paciente sin problemas auditivos estas estructuras se articulan entre sí sin presentar rigidez ni fricciones entre ellas.
La impedanciometría o timpanometría es un examen audiológico que mide las impedancias o resistencias del fenómeno auditivo, especialmente del oído medio. Se trata de una exploración objetiva, no se precisa la colaboración del paciente, como ocurre en la audiometría.
Audiometría. Es una prueba clave para ver si hay pérdida auditiva. Con ella sabremos el umbral auditivo del paciente. Se realiza primero por vía aérea. Se le coloca al paciente unos cascos y se le mando el estímulo sonoro en tonos puros en las distintas frecuencias. El paciente nos indicará cuando lo oye pulsando un botón o levantando la mano. a continuación lo haremos por vía ósea. Sabéis que el sonido se transmite además de por el aire por vibración. Así que para analizar la vía ósea del paciente se utiliza una diadema que tiene un vibrador que se coloca detrás de la oreja del paciente, en el hueso mastoides.
También analizaremos el umbral de disconfort del paciente.
Otra de las pruebas que realizaremos en el examen auditivo es la logoaudiometría o también llamada audiometría verbal. Con esta prueba medimos la destreza del paciente para entender, comprender las palabras. el estímulo sonoro será una batería de palabras.
Esta prueba es muy útil pues con ella vamos a tener unas expectativas reales de que podemos esperar con la adaptación de unos audífonos.
Una vez realizadas todas estas pruebas podemos saber si el paciente presenta pérdida auditiva. En el caso de que la presente, podemos saber el grado y tipo de pérdida que tiene. Con ello le podemos dar las distintas soluciones que hay en su caso y le asesoraremos que sería lo más conveniente para su caso.
Si estás interesado en hacerte un examen auditivo gratuito para saber como está tu salud auditiva, puedes llamarnos al teléfono tel: +34 658316577 o dejarnos tu datos en contacto y nosotros te llamaremos.
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Patricia Rincón Guerra
Audióloga audioprotesista
